viernes, 23 de mayo de 2008

Crítica y sondeo a la radiodifusora Stereo 100

Stereo 100 es una radiodifusora que va dirigida para jóvenes, adultos o personas mayores que le gusten las canciones que fueron clásicos en años anteriores, sus locutores son cerios y simpáticos entretienen a los receptores. Cuentan con promociones muy atractivas para los oyentes. En su página web se puede encontrar toda la información sobre lo que se quiere saber; muestra las noticias de espectáculos, la programación semanal y sus horarios, a cada uno de los locutores con un mensaje dirigido hacia los visitantes, promociones y como toda radio comercial cuenta con sus direcciones electrónicas las personas a cargo de esta, para las personas que quieran publicidad en este espacio.

En si esta radio cuanta con una programación muy interesante, ofrece un modo distinto de música, hace recordar aquellas canciones que nos gustaban tanto en nuestra niñez, adolescencia, hablando de nosotros los jóvenes y en el caso de los adultos aquellas canciones que los acompañaron en momentos especiales es su vida.
Locutores que hacen cada uno de los programas día con día con un pequeño mensaje de ellos hacia los visitantes de la pagina u oyentes:






Programación que ofrece esta radiodifusora de lunes a domingo:





También cuenta con su espacio para que los empresarios o personas que les interese darse publicidad en el espacio puedan contactarlos:



El nivel de audiencia de esta radiodifusora es de el 9° lugar de 22 radiodifusoras con 0.572 pts.
En si esta radiodifusora ofrece una forma de entrenamiento muy versátil y su página web donde se puede consultar todo lo que le interese a la audiencia esta muy completo.


jueves, 22 de mayo de 2008

La radio de nuestros días

Cuando sintonizas la radio, seguro que te habrás dado cuenta que las emisoras no son, ni mucho menos, todas iguales. El origen de estas diferencias se encuentra en múltiples factores: la titularidad, el tipo de emisión, la cobertura territorial, la programación etc. Todas estas características influyen de una manera más o menos importante en las posteriores emisiones, ya que no será lo mismo una estación radiofónica que transmite para todo el estado español que una que lo hace para un municipio concreto. De igual forma, también dista mucho la programación de una estación como Radio Nacional de España-Radio 1, de la que ofrece una emisora especializada en música, como por ejemplo, la Cadena 40.
La gran cantidad de emisoras existentes hoy en día en nuestro país convierten al sistema radiodifusor en un complejo entramado. Pero vayamos por partes.

Cobertura territorial


La cobertura territorial también influye en las emisiones radiofónicas, ya que, según la extensión geográfica que abarquen, así serán sus programaciones. Las autonómicas y las municipales, por ejemplo, prestarán más atención a los acontecimientos que les son más próximos y que, en muchas ocasiones, no tienen cabida en las emisiones de las grandes cadenas, debido a que es el interés que pueda tener para un determinado grupo de población lo que determina si una noticia va a ser incluida o no en un programa, de hecho es poco probable que en una estación radiofónica estatal se emita una noticia que ha sucedido, por ejemplo, en un barrio de una pequeña localidad, a no ser que el hecho revista algún tipo de interés (informativo, de entretenimiento, etc) para el conjunto de los españoles. Esta es una de las razones que explican la necesidad de disponer, además de las nacionales, de emisoras locales y autonómicas.
Pero la cobertura territorial de las radios no es un hecho casual, sino que está estrechamente ligada a la estructuración político-administrativa del Estado, además de factores sociales y culturales. De esta forma, en nuestro sistema radiodifusor coexisten:


  • Emisoras estatales, que cubren todo el territorio gracias a las diferentes estaciones que posee cada cadena, o aquellas a las que se encuentra asociada.

  • Emisoras autonómicas, que emiten exclusivamente para su comunidad (aunque no todas las autonomías cuentan con este tipo de operadores).

  • Emisoras locales (entre las que se encuentran las municipales, las locales de titularidad privada, las libres, las asociativas, las escolares, etc.), que radian en diferentes ciudades, pueblos o villas.

De todos modos, las emisiones de algunas cadenas pueden llegar a diferentes puntos del globo. Con independencia de Radio Exterior de España, que emite para diferentes países y que gozó de gran importancia durante las décadas de los 50, 60 y 70 por ser uno de los medios que utilizaba la población que había emigrado para ponerse al día de lo que pasaba en nuestro país, la irrupción de tecnologías avanzadas de la comunicación, como el satélite, primero, e Internet, después, permite que algunas cadenas puedan transportar sus ondas más allá de su entorno más próximo. En el caso de Internet, todas las cadenas españolas más importantes tienen su programación colgada en la Red y, entre otras muchas cosas, dan la oportunidad de escuchar contenidos en tiempo real.
Junto con la titularidad, el modo de financiación y la cobertura territorial, la programación es una variable que también permite diferenciar entre las diferentes emisoras. Sin embargo, dada su importancia, te hablaremos de ello en otros bloques temáticos especialmente dedicados.

martes, 20 de mayo de 2008

La influencia de la mediación humana



A las limitaciones técnicas explicadas, se unen aquellas otras que vienen impuestas por la necesidad de adecuar el acto comunicativo radiofónico a unas condiciones de recepción muy particulares: en la radio hay que escribir y hablar para el oído humano, es decir, construir y transmitir textos claros y directos que, siendo percibidos acústicamente, puedan ser descodificados con facilidad por el receptor.

El proceso al que se refiere pasa por diversas fases: reconocimiento, selección, interpretación, inferencia y retención, tal y como recoge Cassany en su libro Descriure, escriure. Com s´aprèn a escriure (Describir, escribir. Cómo se aprende a escribir). Examinémoslas desde una perspectiva puramente radiofónica:



  • Reconocimiento: es la primera fase, en la que se identifican cada uno de los elementos que conforman la secuencia acústica. El receptor segmenta el discurso en unidades significativas (palabras, grupos fónicos, oraciones, etcétera), por lo que la captación del sentido es progresiva.Este hecho pone de manifiesto, por ejemplo, la importancia de hablar con la mayor claridad posible, pronunciando todas las vocales y las consonantes que conforman el discurso.

  • Selección: El receptor extrae las ideas y expresiones que considera más relevantes y las agrupa en unidades coherentes y significativas. En esta fase, el oyente tiende a dejar a un lado las ideas que no ha entendido y, también, aquello que no considera importante.Esta circunstancia evidencia la importancia de redundar, es decir, reiterar las ideas clave. El creador radiofónico, el periodista, el locutor, no puede permitir que el receptor rechace ideas relevantes por el simple hecho de no haber sido transmitidas con claridad.

  • Interpretación: En realidad, es el oyente quien atribuye y da un sentido determinado a las unidades extraídas en el proceso de selección. Por eso, en la radio es importante neutralizar, una vez más, cualquier signo de ambigüedad y ser claros y precisos.

  • Inferencia: Durante el acto comunicativo radiofónico, mientras se escucha la voz de un locutor y se procesa, también se puede obtener información a partir de la audición de otros sonidos, como por ejemplo el de una música. La coincidencia de música y voz no sólo condiciona la percepción -el oyente puede desviar su atención hacia ese otro sonido, por ejemplo-, sino también la locución.

  • Retención: En tanto que la emisión del mensaje coincide en el tiempo con la percepción de los mismos, los discursos radiofónicos son registrados por la audiencia en la llamada memoria a corto plazo. En ella, el receptor almacena temporalmente aquellos elementos que posibilitarán la descodificación. Así, por ejemplo, para poder entender el predicado de una oración, es necesario retener el sujeto de la misma. Lo mismo sucede con los pronombres, cuyo uso obliga a recordar constantemente a aquello que sustituyen. Esto explica, de nuevo, la necesidad de expresarse con claridad y de reiterar lo más importante. En la radio, no se debe obligar al oyente a almacenar demasiados datos en su memoria a corto plazo.

Recuperrado de: http://recursos.cnice.mec.es/media/radio/bloque2/pag3.html

La influencia de la mediación técnica


El canal de transmisión propiamente dicho, así como los aparatos receptores de la señal, imponen ciertas limitaciones a los mensajes radiofónicos, convirtiéndolos en secuenciales, fugaces y unidireccionales. ¿Qué significa esto?


Que los mensajes sean secuenciales quiere decir que se emiten uno tras otro, en un orden que el oyente no puede modificar.


Los medios impresos son, en este sentido, mucho más flexibles, ya que es el receptor quien decide qué lee y en qué orden lo lee.


Que los mensajes sean fugaces quiere decir que no permanecen en el tiempo, sino que se pierden una vez han sido emitidos. En el caso de la prensa, el lector tiene la posibilidad de detenerse en un titular, u observar con detalle una fotografía, o volver a releer un texto que no ha entendido.


Que los mensajes sean unidireccionales significa que, por lo general, la audiencia no puede intervenir en la tarea del comunicador radiofónico cuando éste está explicando una noticia, moderando un debate o realizando una entrevista. Por tanto, salvo en los programas de participación, el enlace comunicativo imperante es vertical, de emisor a receptor.


No obstante, es muy importante tener en cuenta que, con las nuevas posibilidades de escucha que ofrece Internet (sobre ellas se habla ampliamente en el capítulo Historia y evolución del medio), la radio en Red supera algunas de las limitaciones que le impone el canal tradicional, como la fugacidad o la secuencialidad de sus mensajes. La capacidad de integración multimedia que caracteriza a Internet posibilita, entre otras cosas, que las emisoras puedan aprovechar las prestaciones del World Wide Web para crear archivos sonoros en los que quede almacenada su programación y, por tanto, permanezcan en el tiempo (se neutraliza la fugacidad). De esta manera, al oyente se le ofrece la oportunidad de sintonizar un espacio que por cualquier circunstancia no haya podido seguir en directo o, simplemente, la posibilidad de volver a escucharlo tantas veces como quiera si así lo desea (los mensajes retornan). El receptor puede acceder a los programas según sus preferencias y escucharlos en el orden que quiera (se rompe la secuencialidad), sin imposiciones temporales. (RAI01)

lunes, 19 de mayo de 2008

El control de audio II



Giradiscos o platos





Con la aparición de los discos compactos y su correspondiente aparato reproductor, es evidente que los giradiscos o platos se han dejado prácticamente de utilizar en las emisoras de radio. Esto no quiere decir que no deban de ser instalados, puesto que todavía son muchas las creaciones musicales registradas en vinilo que sólo pueden ser reproducidas en un giradiscos.


Reproductores-grabadores de discos compactos


El reproductor de CD’s ha sido, sin duda alguna, el aparato técnico que más se ha impuesto en la realización radiofónica en los últimos años. Su fácil manejo, su rapidez a la hora de buscar un corte musical y su calidad de reproducción lo han convertido en un elemento estrella. Con el avance tecnológico se ha conseguido que estos equipos, además de reproducir, también sean capaces de grabar, haciéndolos aún más interesantes.


Magnetófonos de cassette y magnetófonos de bobina abierta


Al igual que los giradiscos o platos, los magnetófonos, ya sean de cassette o de bobina abierta, y también las llamadas cartucheras, han pasado a un segundo plano en la realización radiofónica. Durante muchos años, estos equipos han sido piezas vitales en la reproducción y grabación de programas de radio. Ahora, sin embargo, el estrellato de la reproducción y la grabación lo ostentan los aparatos digitales como los reproductores-grabadores de mini-disc y los ordenadores. Igualmente, a pesar de su poco uso, es necesario contar en un control de audio con magnetófonos por si fuera necesario reproducir alguna fuente de sonido que estuviera grabada en cassette o bobina abierta.


Reproductores-grabadores de mini-disc


Como ya hemos mencionado, los reproductores-grabadores en mini-disc han ganado terreno a los magnetófonos tradicionales. Al igual que el lector de CD’s, este aparato ofrece facilidad de manejo, calidad digital en la grabación y la reproducción y rapidez en la búsqueda de las fuentes de sonido registradas dentro del mini-disc.


Ordenadores: gestión automatizada de una radio


Sin lugar a dudas la incorporación de la informática ha revolucionado el mundo de la radio. Desde que los ordenadores irrumpieron en los estudios de control de audio podemos asegurar que hay un antes y un después en la gestión del audio radiofónico. Los programas informáticos diseñados por y para las emisoras de radio permiten grabar y manipular el sonido, reproducir de forma automática sonido previamente grabado, controlar la emisión en directo, pautar y seleccionar una emisión musical, gestionar la discoteca de una radio e incluso realizar la facturación, el control y la gestión publicitaria. El aspecto más revolucionario de la incorporación de los ordenadores a la radio ha sido el hecho de poder llegar a automatizar toda una emisión, consiguiendo que funcione sin la presencia física de una persona. En resumen, podemos asegurar que los ordenadores y su paquete informático son un elemento imprescindible en la radio del siglo XXI.

El control de audio

Podemos definir la sala de audio como el lugar en el que se lleva a cabo la realización de un programa de radio, ya sea emitido en directo o grabado. En esta cabina se controlan todas las fuentes sonoras que se generan en una emisión radiofónica.Las dimensiones físicas y la cantidad de estudios de radio dedicados al control del sonido (pasa exactamente lo mismo con los estudios de locución) varían mucho dependiendo de la naturaleza de la emisora. Por lo general, las grandes empresas suelen tener varios controles de audio desde los cuales pueden trabajar simultáneamente; incluso disponen del llamado control central desde donde se coordina la emisión general de toda la emisora. Por otro lado, las radios más modestas habitualmente disponen tan sólo de una o dos cabinas de control. Ahora bien, sea cual fuere la dimensión de la emisora, todas necesitarán un equipamiento básico de alta y de baja frecuencia para poder llevar a cabo sus emisiones. Los aparatos técnicos, en la mayoría de los casos, se encuentran dentro o muy cerca del control de audio. Es especialmente aconsejable alejar los equipos de alta frecuencia de los de baja cuando los primeros tienen que radiar una potencia muy alta. De esta manera se evitan posibles interferencias entre los diferentes equipos.



Equipamiento básico de baja frecuencia de un control de audio




El equipo básico de baja frecuencia que podemos encontrar en una cabina de control de radio es el siguiente: tabla de mezclas o mezclador, giradiscos o platos, reproductores-grabadores de discos compactos, magnetófonos de cassette, magnetófonos de bobina abierta, reproductores-grabadores de mini-disc, auriculares, micrófonos, sintonizador AM-FM, monitores o altavoces y amplificador, cajas de conexiones y uno o dos ordenadores -sobre todo desde la introducción de la informática en el mundo de la radio-, que incorporen un software especializado en audio profesional que permita trabajar la producción, emisión y gestión de una emisora de forma automatizada. Conozcamos a continuación de forma breve cuál es la función de cada uno de los aparatos enumerados.




Tabla de mezclas o mezclador
Si bien todos los equipos son importantes, la tabla o mesa de mezclas es el elemento central imprescindible para llevar a cabo una realización y emisión radiofónica. A través de este aparato pasan todas las fuentes de sonido que se generan en los estudios de radio provenientes de micrófonos, giradiscos, CD’s, etcétera. La tabla regula la emisión y grabación del sonido, añade efectos, mezcla la música con la música, o la música con la palabra, o la voz de un locutor con la de otro locutor... Ten en cuenta que la creación sonora final que se elabore con la consola mezcladora es la que irá directamente al emisor para que allí sea modulada para su posterior emisión hacia el aire. En definitiva, podríamos considerar al equipo mezclador como el corazón del estudio de audio.


Habitualmente las mesas mezcladoras suelen tener tres tipos de circuitos: los de programa (utilizados para controlar las diferentes fuentes de sonido a través de regletas individuales de volumen con mandos deslizantes), los de monitorado (necesarios para medir y escuchar las diferentes fuentes sonoras de forma individual y, a su vez, mezcladas en su etapa final) y los circuitos de control (necesarios para establecer comunicaciones internas y externas).




No es, en principio, un equipo difícil de gestionar. Ahora bien, requiere un alto nivel de concentración para su correcto y óptimo funcionamiento.














Fuente: http://recursos.cnice.mec.es/media/radio/bloque4/pag2.html

martes, 13 de mayo de 2008

Estructura de la oferta

La multiplicación de la oferta audiovisual en España (más canales de televisión y más emisoras de radio) no ha favorecido, contrariamente a lo que a priori pudiera parecer, una diversificación programática, sino que más bien hemos asistido a una progresiva homogeneización de la oferta. De hecho, y como norma general, la mayoría de los operadores emiten lo mismo a las mismas horas. Esta tendencia, que se observa desde hace ya algunos años y que tú mismo puedes apreciar si comparas la programación de las distintas cadenas de televisión (TVE-1, Tele 5, Antena 3) y de radio generalistas, ha dotado al sistema radiodifusor de un marcado carácter conservador, en el que apenas tienen cabida el riesgo y la innovación. Así, la radio convencional sigue mayoritariamente anclada en la misma estructura que se configuró a finales de la década de los 70, mientras que la radio especializada, con grandes posibilidades de diversificación, crece a un ritmo muy lento.

Si ahondamos en torno a las particularidades que en el caso español presentan los modelos de los que hemos hablado, no resulta demasiado difícil apercibirnos de cuáles son sus principales rasgos. Por una parte, el generalista basa casi toda su programación en dos grandes contenidos, la Información y el Entretenimiento, que se van alternando sistemáticamente a lo largo del día, conformando auténticos bloques uniformes (de 06.00h. a 10.00h., Información; de 10.00h. a 13.00h., Entretenimiento, de 13.00h. a 16.00h. Información y Entretenimiento; de 16.00h. a 19.00h., Entretenimiento, etcétera).


En el terreno de las especializadas, el aumento del número de estaciones no ha propiciado tampoco un enriquecimiento de las ondas en cuanto a diversidad programática se refiere. De hecho, la radio especializada, y en concreto la radiofórmula musical, sigue optando por explotar ampliamente el llamado Contemporary hit radio, un formato, el de los 40 Principales, que se basa en una lista de éxitos de actualidad .


Características de la oferta generalista


La Información y el Entretenimiento son, como acabamos de decir, los dos contenidos que imperan en la radio generalista; una radio que, por otra parte, sigue siendo la preferida por los oyentes españoles. De hecho, los datos de audiencia aportados por el Estudio General de Medios (EGM) reflejaban que, a finales del año 2001, las programaciones convencionales eran seguidas por 11 millones y medio de personas, frente a los algo más de 8 millones y medio que optaban por la radio especializada. Dentro del modelo generalista, la Ser, como viene siendo habitual desde hace años, era líder, con casi 4 millones y medio de oyentes, seguida de Onda Cero, cadena que se acercaba a los 3 millones. Sin embargo, la audiencia de Radio 1 (Rne) y de la Cope no superaba los 2 millones. En el caso de Rne, los oyentes sumaban 1.987.000, mientras que las emisiones de la Cope eran seguidas por 1.629.000 individuos.


La Información y el Entretenimiento, hegemónicos en la mayoría de las emisoras, acaparan en conjunto cerca del 75% de la oferta total y, como bien puedes suponer, esta circunstancia merma claramente la influencia que pudieran ejercer la presencia de otros contenidos. Ten en cuenta que sólo el Deporte (en torno al 10% de la oferta) y la Música (7%), logran una posición relativamente destacable en comparación con los espacios de Participación (3%) o los culturales (2%). Todo ello refuerza la idea de la uniformidad programática a la que antes aludíamos y evidencia la consolidación de una radio generalista preocupada por atender la lógica de la inversión rentable y por apostar por unos contenidos que dan buenos resultados de audiencia y, por ende, económicos.


Al analizar la oferta convencional, otro aspecto que merece ser destacado es el relativo a la ubicación horaria de los espacios de carácter autonómico o local, concentrados básicamente en la franja del mediodía y en la de la última hora de la tarde. Estos son periodos de tránsito y de fuga de oyentes hacia la televisión, la cual sustituye a la radio como medio de compañía. No ocurre lo mismo, en cambio, en la franja del llamado prime-time (o momento de máxima audiencia), cuando lo autonómico y lo local sucumben claramente ante el poder de atracción de las grandes estrellas de la radiodifusión. Tanto es así que, mientras a través de las ondas suenan, por ejemplo, los magazines matinales conducidos por Iñaki Gabilondo o Luis del Olmo, y se registra el mayor porcentaje de oyentes sobre el total, es decir, entre las 10 y las 12 de la mañana, la programación en desconexión tan sólo ocupa un insignificante 1% de la oferta.


Observa, por tanto, que este hecho otorga a las emisoras ubicadas en tu ciudad o en la ciudad más próxima a tu municipio un importante grado de sucursalidad con respecto a la cadena a la que están asociadas. No obstante, las consecuencias de esta política quedan ligeramente neutralizadas por la capacidad que tienen las pequeñas estaciones de ofrecer, aún en periodos de baja audiencia, programas de producción propia, de carácter local. Todo ello denota una clara preocupación por descentralizar parte de la oferta y acercarla mucho más a los oyentes del área geográfica en la que radica la emisora. Conecta con la emisora de Onda Cero de tu ciudad, o con la de la Cope, o con la de la Ser. Aunque escasos, podrás sintonizar algunos espacios que, sin duda alguna, te resultarán mucho más próximos.

lunes, 12 de mayo de 2008

Modelos de programación


La evolución experimentada por el medio radiofónico en las dos últimas décadas del siglo XX y en los primeros albores del XXI ha venido marcada, entre otras cosas, por un aumento progresivo del número de estaciones (sobre todo de ámbito local), por el surgimiento de nuevos soportes para la emisión radiofónica (como es el caso de Internet) y por una clara tendencia a la concentración (la mayoría de las emisoras se han ido asociando a una gran cadena). Sin embargo, esta evolución no ha propiciado el nacimiento de estructuras programáticas distintas a las que ya se configuraron hace años, por lo que todavía hoy sigue siendo pertinente hablar de tres grandes modelos:


1.- El modelo de radio generalista

2.- El modelo de radio especializada

3.- El modelo de radio mixta o híbrida


El modelo generalista, al que también se le conoce con otras denominaciones como convencional, total o tradicional, es aquel al que pertenecen todas aquellas emisoras que explotan distintos contenidos y, por tanto, ofrecen espacios variados (informativos, musicales, deportivos, culturales, etc.). En el caso español, las principales radios con programación generalista son precisamente las que pertenecen a esas grandes cadenas a las que tantas veces nos hemos referido (Cope, Rne, Ser, etc.), así como las emisoras autonómicas. No obstante, esto no quiere decir, ni mucho menos, que otras radios de menor envergadura, como por ejemplo algunas redes privadas independientes de pequeña cobertura o algunas estaciones de carácter municipal, también hayan apostado por él. En cualquier caso, para hacerte una idea más clara de lo que supone una programación generalista, te invitamos a que visites las web sites de algunas de las emisoras que hemos mencionado y analices con detenimiento su oferta programática:






Por su parte, el modelo especializado se define, como bien apunta el profesor Josep Maria Martí en su libro Modelos de programación radiofónica, por la explotación de contenidos monotemáticos, bien sean musicales, bien informativos o de otro tipo, destinados a segmentos específicos de la audiencia potencial de una determinada emisora. Por tanto, en él se englobarían todas aquellas estaciones que apuestan mayoritariamente por un único contenido, como es el caso, por citar solo algunas, de Cadena Dial (música), Cadena 40 (música), Radio Clásica (música), Radio 5 Todo Noticias (información), etcétera. Decimos mayoritariamente porque, en el panorama radiofónico español, es difícil encontrar radios especializadas puras y, en muchos casos, la música se combina con la información. No obstante, y como podrás comprobar en el apartado Estructura de la oferta, existen algunas excepciones.


Dentro de este modelo, es necesario diferenciar entre la radio temática y la radiofórmula. La primera es aquella que se especializa en un contenido concreto, pero que, como advierte el profesor Martí y otros estudiosos del medio, lo explota haciendo uso de distintos géneros (consulta el bloque La producción radiofónica), distribuidos en programas de diversa duración y realización. Este sería el caso, por ejemplo, de una red que emitiera únicamente contenidos religiosos, pero que para ello se sirviera de reportajes, entrevistas, informativos de actualidad, etcétera. En cambio, la segunda, es decir, la radiofórmula, mantiene una estructura formal repetitiva, que actúa a la manera de un sólo programa durante las 24 horas del día. En realidad, en las radiofórmulas se desarrolla el mismo esquema programático a partir de un Hot Clock o reloj preestablecido, como sucede con Radio 5 Todo Noticias o con Los 40 Principales. En el apartado Estructura de la oferta puedes observar un diagrama (Hot Clock) que responde a esta estructura repetitiva.
Finalmente, el modelo híbrido o mixto es aquel en el que se combinan programas típicos del modelo generalista (informativos, magazines, concursos, etc.) con tramos en los que se opta exclusivamente por la radiofórmula musical. Esta circunstancia se da sobre todo en las emisoras locales, en las que habitualmente la mañana y la sobremesa están ocupadas por espacios convencionales, mientras que la tarde se destina mayoritariamente a la radiofórmula.



jueves, 8 de mayo de 2008

Claves para la confección de un guión

La elaboración de un guión radiofónico no es una tarea complicada. Sin embargo, sí lo es su concepción, es decir, pensar en todo aquello que vamos a transmitir a través de las ondas y, lo que es más importante, en cómo lo vamos a hacer. En cualquier caso, es vital conocer las técnicas a poner en práctica para plasmar sobre el papel tanto las indicaciones destinadas al control de sonido como las dirigidas al locutorio. Lógicamente, el tratamiento de estas indicaciones guardará una estrecha relación con el tipo de guión por el que optemos, puesto que no será lo mismo afrontar un guión literario que uno técnico, como tampoco será igual diseñar un guión técnico-literario.
Pero dejando al margen las particularidades, parece evidente que en un guión, si se quiere que resulte plenamente comprensible para los técnicos y los locutores, debe quedar plasmado:
El orden en el que sonarán las distintas materias primas que se utilicen para la producción de un determinado programa. En algunos casos, también será oportuno indicar la duración de una música, de un efecto, etcétera, aunque cuando se conoce bien el producto, no es absolutamente necesario.
El modo de aparición y desaparición de los sonidos (Primer Plano, Fade In, Segundo Plano, etc.).
El modo de permanencia en antena de un sonido (podemos mantener, por ejemplo, una música en Segundo Plano mientras un locutor habla en Primer Plano, pero también podemos subir esa música a Primer Plano cuando el locutor calla).
El soporte en el que se encuentra registrado un sonido, así como su descripción (un efecto sonoro o una melodía pueden estar grabados en un CD, o en una cinta de cassette, o en una cinta de bobina abierta, etc.)
Para expresar sobre el papel estas cuestiones, es habitual servirse de un código que abrevia tanto los aspectos relativos a la planificación como los que tienen que ver con el uso de las figuras del montaje. Así, en un guión radiofónico indicaremos las órdenes de esta forma:

Planos:

PP = Primer Plano

2P = Segundo Plano

3P = Tercer Plano

PPP = Primerísimo Primer Plano


Figuras del montaje:

F.In ó Fade In = Fade In

F.Out ó Fade Out = Fade Out

F/E = Fundido Encadenado

F = Fundido

E = Encadenado

Resuelve = Resuelve


Descripción de los soportes:En primer lugar, indicaremos dónde está el sonido: en un CD, en un disco de vinilo, en un cassette, o si procede de un micrófono.En segundo lugar, el corte que se va a utilizar y la cara en la que se encuentra dicho sonido.En tercer lugar, el título del corte.
Los soportes deberán ser numerados, ya que en un programa nada impide que podamos hacer uso de 3 CD´s, de 2 cintas de cassette, de 1 disco de vinilio, de 2 micrófonos, etc. Nada impide, tampoco, que un CD que ya hemos utilizado (por ejemplo al iniciar el programa), podamos volver a utilizarlo al final del programa.

martes, 6 de mayo de 2008

El guión radiofónico



El guión es el instrumento que sirve para planificar cualquier programa radiofónico y, especialmente, para prever todo el material sonoro que será necesario para su producción. En el guión se detallan, por tanto, todos los pasos a seguir y, en función del programa al que nos vayamos a enfrentar, será más o menos exhaustivo. Además, el guión es la pieza clave para que locutores y técnicos de sonido se entiendan y sepan qué es lo que configura un espacio en cada momento.
Los distintos tipos de guiónEn radio se puede establecer una tipología de guiones en función de tres variables:


1) la información que contienen

2) las posibilidades de realizar modificaciones sobre ellos

3) la forma en que se nos presentan.


Según la información que contienen hablamos de guiones literarios, guiones técnicos y guiones técnico-literarios, siendo éstos últimos los más completos.


- Guiones literarios: Son aquellos que dan una importancia fundamental al texto que deberá leer el locutor o los locutores. Excluyen las anotaciones técnicas relativas a planificación, figuras de montaje, etcétera, y en él solo se señalan, generalmente en mayúscula, los lugares en los que aparecen músicas y efectos sonoros. Por otra parte, en el guión constan indicaciones para los radiofonistas, semejantes a éstas:


Locutora 1 (melancólica): "El estaba allí, sentado junto a mí"

Locutora 2 (riendo): "No digas eso. Jamás estuvo contigo"


-Guiones técnicos: A diferencia del anterior, en este tipo de guiones imperan las indicaciones técnicas, mientras que el texto verbal sólo aparece a medias y, en algunos casos, ni siquiera eso. De hecho, lo que van a decir los locutores se expresa en forma de ítems (locutor 1: entrada noticia; locutor 2: cuerpo noticia, locutor 1: despedida, etcétera), como si se tratase de una simple pauta. Este tipo de guión es el más usado en la radio actual, sobre todo en programas informativos y magazines.


-Guiones técnico-literarios: Son los que contienen toda la información posible. En ellos aparece el texto verbal completo, así como el conjunto de las indicaciones técnicas.
Según la posibilidad de realizar modificaciones, hablamos de guiones abiertos y de guiones cerrados. Los primeros están concebidos para que puedan ser modificados en el transcurso del programa, por lo que presentan una marcada flexibilidad. Los segundos, en cambio, no admiten modificación alguna. Trabajar con uno u otro dependerá de la complejidad de la producción y, sobre todo, de las características del espacio.


Según la forma que presenten, hablamos de guiones americanos y de guiones europeos.


El guión americano se presenta en una sola columna, separando las indicaciones del técnico y las de los locutores mediante párrafos sangrados. En estos guiones, las anotaciones técnicas se subrayan, mientras que el nombre de los/las locutores/as aparece en mayúscula. Además, se acostumbra a dejar un margen a la izquierda para señalar posibles modificaciones.


El guión europeo, en cambio, se presenta en dos o más columnas. La de la izquierda se reserva siempre para las indicaciones técnicas, mientras que el resto (que puede ser una o más), se destina al texto íntegro de los locutores, o al texto en forma de ítems, etcétera.


Es muy importante que tengas en cuenta que estas tres variables son perfectamente combinables, de tal forma que puedes elaborar un guión técnico-literario, cerrado y europeo; o un guión técnico, abierto y europeo; o un guión literario, cerrado y americano..., y así sucesivamente. Una vez más, todo dependerá del programa que vayas a producir.


En el apartado Guiones tipo encontrarás distintos ejemplos que te ayudarán a ver con claridad estos aspectos y a diferenciar con total nitidez los guiones en función de las variables tratadas anteriormente.El guión es el instrumento que sirve para planificar cualquier programa radiofónico y, especialmente, para prever todo el material sonoro que será necesario para su producción. En el guión se detallan, por tanto, todos los pasos a seguir y, en función del programa al que nos vayamos a enfrentar, será más o menos exhaustivo. Además, el guión es la pieza clave para que locutores y técnicos de sonido se entiendan y sepan qué es lo que configura un espacio en cada momento.


Los distintos tipos de guiónEn radio se puede establecer una tipología de guiones en función de tres variables:

1) la información que contienen

2) las posibilidades de realizar modificaciones sobre ellos

3) la forma en que se nos presentan.


Según la información que contienen hablamos de guiones literarios, guiones técnicos y guiones técnico-literarios, siendo éstos últimos los más completos.


- Guiones literarios: Son aquellos que dan una importancia fundamental al texto que deberá leer el locutor o los locutores. Excluyen las anotaciones técnicas relativas a planificación, figuras de montaje, etcétera, y en él solo se señalan, generalmente en mayúscula, los lugares en los que aparecen músicas y efectos sonoros. Por otra parte, en el guión constan indicaciones para los radiofonistas, semejantes a éstas:


Locutora 1 (melancólica): "El estaba allí, sentado junto a mí"

Locutora 2 (riendo): "No digas eso. Jamás estuvo contigo"


-Guiones técnicos: A diferencia del anterior, en este tipo de guiones imperan las indicaciones técnicas, mientras que el texto verbal sólo aparece a medias y, en algunos casos, ni siquiera eso. De hecho, lo que van a decir los locutores se expresa en forma de ítems (locutor 1: entrada noticia; locutor 2: cuerpo noticia, locutor 1: despedida, etcétera), como si se tratase de una simple pauta. Este tipo de guión es el más usado en la radio actual, sobre todo en programas informativos y magazines.


-Guiones técnico-literarios: Son los que contienen toda la información posible. En ellos aparece el texto verbal completo, así como el conjunto de las indicaciones técnicas.
Según la posibilidad de realizar modificaciones, hablamos de guiones abiertos y de guiones cerrados. Los primeros están concebidos para que puedan ser modificados en el transcurso del programa, por lo que presentan una marcada flexibilidad. Los segundos, en cambio, no admiten modificación alguna. Trabajar con uno u otro dependerá de la complejidad de la producción y, sobre todo, de las características del espacio.


Según la forma que presenten, hablamos de guiones americanos y de guiones europeos.


El guión americano se presenta en una sola columna, separando las indicaciones del técnico y las de los locutores mediante párrafos sangrados. En estos guiones, las anotaciones técnicas se subrayan, mientras que el nombre de los/las locutores/as aparece en mayúscula. Además, se acostumbra a dejar un margen a la izquierda para señalar posibles modificaciones.


El guión europeo, en cambio, se presenta en dos o más columnas. La de la izquierda se reserva siempre para las indicaciones técnicas, mientras que el resto (que puede ser una o más), se destina al texto íntegro de los locutores, o al texto en forma de ítems, etcétera.


Es muy importante que tengas en cuenta que estas tres variables son perfectamente combinables, de tal forma que puedes elaborar un guión técnico-literario, cerrado y europeo; o un guión técnico, abierto y europeo; o un guión literario, cerrado y americano..., y así sucesivamente. Una vez más, todo dependerá del programa que vayas a producir.






viernes, 2 de mayo de 2008

LA RADIO Y EL MENSAJE PUBLICITARIO

(...) El malogrado panorama que sucintamente acabamos de describir choca de pleno con las particularidades que para la radio presenta el mensaje publicitario; un mensaje que, en esencia, persigue estimular una decisión de compra o cambiar una determinada conducta. Se trata, como se sabe, de persuadir, y ésta es una tarea relativamente sencilla para un medio con un ilimitado poder de sugestión.
La riqueza expresiva de los distintos componentes del lenguaje radiofónico -voz, música, efectos sonoros y silencio- facilita la recreación de imágenes auditivas plenamente útiles para atraer la atención de los receptores, conectar con sus motivaciones, impactar, estimular la emoción o despertar cualquier sensación que genere una actitud positiva con respecto al objeto publicitado.
Sin embargo, un reciente estudio sobre la percepción de la publicidad radiofónica realizado por Delta Marketing Research para la Asociación Española de Anunciantes, ha puesto de manifiesto que las características de complicidad y de vinculación emotiva que favorecen la imaginación, no se aprovechan publicitariamente. "Los mensajes publicitarios son demasiado realistas, no crean grandes expectativas ni potencian la fantasía, venden el producto desde la realidad". El citado estudio advierte, además, que "el no salir de la realidad racional, el no transportar al individuo a un mundo ideal y el no recurrir a la seducción ni a la activación de los sentidos para potenciar el deseo son las principales carencias comunicacionales del medio". Y es que gran parte de los anuncios que suenan en la radio actual son concebidos por creadores que ignoran las posibilidades del medio. "Los planificadores y los compradores de agencias y de centrales muchas veces son educados en la cultura de la televisión y no conocen demasiado la radio".
A nuestro juicio, la innovación que se reclama en el terreno que nos ocupa pasa necesariamente por la explotación adecuada de los recursos que ofrece el lenguaje radiofónico. Se precisa, por tanto, de una familiarización con los códigos expresivos de la voz, la música, los efectos sonoros y el silencio, así como con el valor semántico de las figuras del montaje. Sólo de esta manera se estará en condiciones de decidir qué tratamiento acústico de la palabra es óptimo para vender un determinado producto, o qué melodía musical refuerza las propiedades de aquello que se está anunciando, o qué planificación sonora es la más válida para recrear una determinada situación. (...)

Barbeito Veloso, Mª Luz y Vázquez Gestal, Montse (2000): "La radio, un medio publicitario infravalorado". En La publicidad en la radio. Edt. Diputación de Pontevedra. Páginas 209-211


Recuperado el 02 de mayo del 2008 de http://recursos.cnice.mec.es/media/radio/bloque9/pag4.html